La frase “CONOCETE A TI MISMO” no fue invención de Sócrates,
sino que él la tomo del templo sagrado de Delfos; sin embargo lo importante de
esta frase no es quién la creo, sino los múltiples significados, en primera
instancia significa que el ser humano se desconoce a sí mismo, para Sócrates
también significo que una vida sin reflexión no merece ser vivida, el
conocimiento de sí mismo, es el conocimiento de su alma, posibilidades y debilidades,
descubrir el sentido de nuestra vida y de lo que estamos llamados a ser y a
hacer, lo cual es algo que cada ser humano debe descubrir por sí mismo, como
punto de partida en su crecimiento que lo levara a trascender como persona y en
consecuencia beneficiara a quienes lo rodean.
Para aprender a manejar nuestros sentimientos, en primera
instancia hay que descubrirlos; pues ¿cómo puede una persona controlar o
canalizar un impulso que aún le es desconocido?
Por ello es importante saber que el ser humano tiene diferentes caras de
su yo:
Yo
abierto: consiste en lo
que conozco de mí y permito que otros conozcan.
Yo ciego: es lo que los demás perciben claramente de una persona, pero la persona no es
consciente.
Yo encubierto: son las máscaras que empleamos los
seres humanos para protegernos de situaciones, acciones o personas que generan
sentimientos de dolor, vergüenza o temor.
Yo desconocido: está en el inconsciente, en lo más
profundo y remoto de la psiquis humana,
solo con procesos terapéuticos se puede
develar su contenido, con el objeto de dar explicaciones a situaciones o
emociones a las que no se le encuentra respuesta lógica y directa.
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE:
1. Interprete filosóficamente
que quiso decir San Agustín con la frase: “el conflicto está dentro de ustedes mismos.
No le teman a ningún enemigo exterior. Véncete a ti mismo y el mundo quedara
vencido”
2. Por cada cara del YO
dibuja una silueta humana y ubica lo que usted descubrió en cada uno de sus YO.
3. Meditar en cuanto a sus sentimientos y responder:
a. ¿Cómo están mis
sentimientos en relación conmigo mism@?
b. ¿Cómo están mis
sentimientos en relación con mis padres?
c. ¿Cómo están mis
sentimientos en relación a la vida?
d. ¿Cómo están mis sentimientos
en relación con Dios?
e.
¿Qué manejo le estoy dando a estos sentimientos?
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